Michelle Bachelet y Evelyn Matthei disputarán la segunda vuelta el 15 de diciembre próximo. La candidata de Nueva Mayoría obtuvo el 46% de los votos, frente a un 25% de la candidata de la Alianza por Chile. En tercer lugar quedaron, en un final fotográfico, Marco Enríquez Ominami (MEO) con 10, 96%; seguido por el independiente Franco Parisi, con un 10,12%. Los otros cinco candidatos no lograron obtener ni siquiera el 3%.

En un escenario en el que el pacto Nueva Mayoría le sacó una ventaja de casi 20% en la elección; MEO no alentará el voto por una candidata de derecha; Franco Parisi, dejó en libertad a sus electores en elegir su mejor opción; y cuatro de los otros cinco candidatos restantes son cercanos a la izquierda; Todo parece indicar que la ex presidenta volverá a la Moneda.

Michelle Bachelet declaró que no debe haber dos lecturas en su amplia victoria. Por su parte, Evelyn Matthei afirmó que las puertas de su candidatura están abiertas para todos, incluso para quienes votaron por su competidora.

Michelle Bachelet ha posicionado el concepto de igualdad como el eje de su programa de gobierno. Sus principales propuestas son una reforma educativa, tributaria y constitucional. Se ha prometido la gratuidad de la educación; el aumento de los impuestos a grandes empresas de 20% a 25% y eliminar el fondo impositivo que permite a las empresas posponer indefinidamente los impuestos sobre las ganancias si éstas se reinvierten; y el cambio de la constitución pinochetista.

La agenda de gobierno propuesta por Bachelet está más a la izquierda que la de su primer gobierno, además, en esta oportunidad, el Partido Comunista forma parte de su coalición; sin embargo, nada haría pensar que su victoria significaría un acercamiento a los países del ALBA, o algo parecido.

La gran aceptación de Bachelet es un fenómeno más bien personal que institucional. Hay quienes ven en el éxito electoral de la ex directora de ONU mujer como una personalización perjudicial para el sistema de partidos chilenos. A pesar de eso, su intención de voto no se transmite, con la misma intensidad, a los candidatos al Senado y la cámara.

Por su parte, la Alianza por Chile tuvo importantes dificultades para definir su candidato. Finalmente, Evelyn Matthei, ex ministra del trabajo de Sebastián Piñera, fue la elegida. La candidata de la derecha chilena es una persona confrontacional, ha protagonizado más de una discusión política altisonante. Representa, además, a uno de los sectores más conservadores de Chile. Ha admitido su voto por el Sí en el plebiscito por la continuidad de Pinochet y su rechazo a la gratuidad de la enseñanza. Esto último no ha caído nada bien a los gremios estudiantiles chilenos.

Ciertamente, el presidente Sebastián Piñera tiene logros que mostrar: el crecimiento sostenido de 5,5% promedio anual, un descenso del desempleo al 5,7% en los últimos meses (el más bajo en décadas). No obstante, esto no parece ser endosado a la candidata oficialista. Por el contrario, el pasado septiembre, el presidente Piñera –que votó por él No en el plebiscito de 1988- afirmó que en la dictadura hubo muchos “cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber”. Con esta frase busca desmarcarse de la herencia pinochetista; pero, al mismo tiempo, descalificó políticamente a su candidata.