La segunda vuelta de Bachelet con el Perú
En Chile, después de los resultados de las últimas elecciones, todo hace pensar que, salvo un milagro para Matthei, la próxima presidenta será Michelle Bachelet. La elección presidencial tendrá un impacto importante en la relación bilateral con el Perú.
Michelle Bachelet fue presidenta de Chile entre los años 2006 y 2010. En esos años tuvo una relación de altas y bajas con el Perú, que repasaremos a continuación.
El inicio de la relación Perú – Bachelet
La ex directora de ONU Mujer asistió a la transmisión de mando, en Lima, el año 2006. Fue, además, invitada de honor a desfile militar, donde incluso entonó el himno nacional junto al presidente peruano Alán García. Este gestó fue apreciado por los peruanos. La relación bilateral se inició con buen pie.
Los primeros pasos hacia el fortalecimiento de las relaciones bilaterales tuvieron como telón de fondo la discusión de la presentación de la demanda marítima ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya; que había sido impulsada en la gestión del canciller Manuel Rodríguez Cuadros, y que había generado más de una tensión entre los presidentes Ricardo Lagos y Alejandro Toledo. En su momento, José Antonio García Belaúnde, el canciller del segundo gobierno de Alán García, afirmó que Toledo había “maltratado gratuitamente la relación con Chile”.
Asimismo, con el fin de fortalecer la relación comercial, en el mes de agosto del 2006, ambos países suscribieron un acuerdo de libre comercio. Hasta aquí, todo avizoraba una relación bilateral auspiciosa.
La demanda marítima
Tras una serie de negociaciones y desencuentros; y después de que en el año 2007, el fallo del diferendo entre Nicaragua y Honduras determinará delimitación de la frontera marítima basada en la bisectriz; el Perú, el 16 de enero del 2008, dio inicio al proceso de delimitación marítima entre Perú y Chile con la presentación de la demanda.
La presentación de la demanda no fue bien recibido por las autoridades chilenas. La respuesta de La Moneda reiteraba, con firmeza, que los límites entre ambos países están claramente delimitados.
En el año 2004, en plena discusión peruana sobre la posibilidad de demandar a Chile en la Haya, el presidente Ricardo Lagos dijo que, de presentase esta demanda, Chile presentaría una excepción de competencia: pues estando los límites claramente definidos, un proceso en la Corte Internacional de la Haya no tiene sentido. Esta ha sido la convicción de la cancillería chilena, tanto en el gobierno de Ricardo Lagos, como en el de Michelle Bachelet. Llegado el momento (junio, 2009), Chile debía presentar las excepciones preliminares; pero, no lo hizo. Esto significó una victoria procesal para el planteamiento jurídico peruano. El juicio seguiría su curso.
De UNASUR a APEC: del pacto bajo la mesa al espionaje chileno
En agosto del 2009, los presidentes de UNASUR se reunieron en Bariloche; en la cita, el presidente Alán García denunció el apoyo obsecuente del gobierno de Evo Morales a Chile, esto se debe, a un “pacto bajo la mesa” entre Bolivia y Chile, dijo el mandatario. Esto motivo una enérgica protesta de parte de la cancillería chilena.
En noviembre del 2009, en plena cumbre de APEC, en Singapur, se dio a conocer la detención del sub oficial peruano Víctor Ariza, por espionaje a favor de Chile. Según afirmaban los diarios de la época, Michelle Bachelet estaba muy molesta porque Alán García levantó la polémica en el marco de un foro multilateral, en presencia de los más importantes líderes mundiales. Por su parte, el presidente peruano acusó a Chile de actuar como una republiqueta que espía a sus vecinos.
Las relaciones con Bolivia se mantendrían tensas hasta que el ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros fue enviado como embajador del Perú en La Paz, a inicios del 2010. En una de sus primeras declaraciones manifestó “el Perú no será un obstáculo para la salida al mar de Bolivia”. Poco tiempo después, se relanzaría Boliviamar y la relación bilateral se recuperaría plenamente. A partir de ahí, los reclamos del gobierno de Evo Morales serían dirigidos a La Moneda y no a la Casa de Pizarro, llegando Bolivia a evaluar seriamente, hasta hoy, la posibilidad de encauzar a Chile en la Haya.
El retorno de Bachelet: Brasil y la Alianza del Pacífico
En esta campaña por regresar a La Moneda, Michelle Bachelet ha posicionado el concepto de igualdad como el eje de su programa de gobierno. Sus principales propuestas son una reforma educativa, tributaria y constitucional. Se ha prometido la gratuidad de la educación; el aumento de los impuestos a grandes empresas de 20% a 25% y eliminar el fondo impositivo que permite a las empresas posponer indefinidamente los impuestos sobre las ganancias si éstas se reinvierten; y el cambio de la constitución pinochetista. Mientras que Evelyn Matthei ha enfatizado, en su campaña, la estabilidad y el crecimiento económico, así como la seguridad ciudadana.
Más allá de las diferencias existentes entre ambas candidatas, en política exterior hay mucha coincidencia. Ambas consideran que es importante fortalecer la relación bilateral con Brasil. Michelle Bachelet ha dicho que Brasil debe ser un modelo a copiar en política social; mientras que, Matthei afirmó que, de ganar las elecciones, su primer destino sería Itamaratí. Es tanta la coincidencia en este punto que los periodistas chilenos afirman que hay dos visiones de gobierno opuestas; pero una única política exterior.
En su plan de gobierno, la ex presidenta afirma que Chile debe fortalecer la integración de América Latina y, en especial, la de Sudamérica. Además de valorar la integración de la Alianza del Pacífico, en una perspectiva no excluyente con los proyectos regionales. Más allá de lo meramente declarativo, hay una alta probabilidad de que Bachelet priorice la agenda con Brasil sobre la Alianza del Pacífico.
En la configuración de las alianzas sudamericanas tradicionales, la conexión Brasilia – Santiago se contraponía a la de Lima – Buenos Aires. En estos últimos años, la relación Lima – Brasilia parece preocupar a La Moneda que, además, ha mantenido tensiones diplomáticas con los Kichner. El fortalecimiento de la relación bilateral Perú – Brasil y la última visita de Dilma Roussef al Perú parecen recordarles, a Chile, que han perdido un aliado histórico.
Es más que anecdótico que, la presidenta que afrontó el inicio del proceso de delimitación marítima con el Perú sea la misma que afronte la sentencia del mismo. La misma que solía decir que el proceso era un invento de la diplomacia peruana y sería rechazado por la Corte Internacional de Justicia de la Haya, pues los límites ya estaban claramente delimitados. Cinco años después de la demanda, Michelle Bachelet tendría, también, una segunda vuelta con el Perú.